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Nueva revista numismática, Hécate

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Aunque quizás muchos ya habeis oido hablar de ella e incluso habeis accedido a sus contenidos, para los que no lo supierais, los aficionados a la numismática estamos de enhorabuena, pues una nueva revista de estudio y divulgación ha salido a la luz. Estamos hablando de HÉCATE, que ha publicado su primer número.

El propio título de la revista es una declaración de intenciones, pués en palabras de sus autores, "Hécate debe su nombre a la diosa griega tricéfala, que representa las diferentes formas de entender el mundo y el ser humano en su necesidad de transmitir Historia (...) Hécate nos muestra una encrucijada de conocimientos, de nuevos caminos y tendencias que debemos recorrer; senderos que nos llevarán a comprender y abordar el saber desde una perspectiva libre y globalizadora en esta nueva época de cambio y tecnología". Esto no es otra cosa, sino apostar por las nuevas técnologías (internet, nótese que la revista se difunde a través de la web http://www.revista-hecate.org/) como nuevas formas de difundir el conocimiento,  al mayor público posible, desde la perspectiva de pensamiento propia de cada autor que publica, libre de cualquier atadura intelectual externa o idea preconcebida, y sobre todo, de forma altruísta. Son muchas horas de investigación y dedicación, y que ello se plasme en un artículo al que todos podamos acceder sin trabas, es algo que a los lectores nos debe reconfortar.Tampoco debemos olvidarnos de los que coordinan todo este esfuerzo conjunto para ofrecer un resultado asequible para todos.

La dirección de la revista la copa un equipo jovén, pero con experiencia en temas numismáticos.Entre otros, David Martínez Chico (Universidad de Murcia), fundador de la web Imperio Numismático  o Darío Sánchez Vendramini (CONICET), autor de la web sobre moneda antigua http://numarius.blogspot.com.ar/. Destaca la heterogeneidad de su comité científico formado, en su mayoría, por destacados profesores españoles de Universidad, y de su comité de redacción, dónde figuran también colaboradores de esta web como Manuel Mozo o Antonio Roma.

Desde el punto de vista formal, la revista presenta una maquetación extremadamente sencilla, alejándose de  cualquier alarde colorista de otras publicaciones impresas, lo que la hace, desde mi punto de vista, poco atractiva visualmente hablando. El entorno web desde el que se promociona, también está en la misma línea. Es posible que se haya buscado una propuesta similar al de otras publicaciones de antaño como la Gaceta Numismática de la A.N.E, con la que aprecio similitudes. La disposición de los artículos me resulta demasiado lineal, sin acudir a recursos como la doble columna, la doble página apaisada o el intercalado de fotos en el texto. También la fotografía es mejorable, pues sería de agradecer que muchas de las monedas publicadas, algunas inéditas, tuvieran imágenes más grandes para poder apreciar mejor los detalles, a lo que en ocasiones hace alusión el texto. Con todo, tenemos que tener en cuenta que se trata de un primer número, por lo que los responsables de la revista, sin duda mejorarán ese extremo para futuros lanzamientos.

En cuanto a los contenidos de la revista, la publicación esta abierta a todos los períodos numismáticos, íbero, romana, medieval... Y no sólo se abarca el estudio de moneda "en si misma" (aspecto estilístico, leyendas, etc) sino también en su contexto histórico, económico-social, etc. Me ha parecido una novedad, con respecto a otras publicaciones del campo, que se hayan incluído artículos no esencialmente numismáticos y si más destinados a otras disciplinas (aunque realcionadas), como el estudio arqueológico, del qué tenemos el artículo "Excavaciones arqueológicas y hallazgos monetales en el castillo berciano de Ponferrada", Creo que este tipo de artículos son de agradecer pues aportan un soplo fresco de conocimiento a todos los que somos profanos en esta materia, entre los cuales me incluyo. 

Las publicaciones de autor, se completan con un capítulo de recensiones, dónde se comentan y se hace especial incapié en los aspectos fundamentales de otras obras numismáticas recientemente publicadas, como el libro de Glenn Murray, Casa de Moneda de Madrid: cantidades acuñadas y ensayadores, 1614-1868.

El aspecto meramente formal de la revista queda en un plano irrelevante si nos centramos en su contenido que, a fin de cuentas, es lo que nos interesa a todos los lectores. Los autores que publican en Hécate, de la talla de Luis Amela Valverde, Almudena Ariza Armada, Alberto González García, y podríamos seguir citando, son académicos de reconocido prestigio y con amplio bagaje en el estudio de la moneda en todos sus ámbitos, por tanto garantía de absoluta calidad y rigor en sus publicaciones. A mi particularmente, me interesan los artículos relacionados con el período medieval como el de  "La moneda castellana y leonesa en la colección de la Art Gallery de la Universidad de Yale", de Antonio Roma, "Conjeturas sobre doce monedas medievales hispano-cristianas del siglo XII", de Manuel Mozo, o "El millarés. Revisión historiográfica", de Almudena Ariza, artículos que recomiendo por su lectura, amena y sencilla, pero no exenta de profundidad en el analisis de la moneda y su contexto (histórico, social, etc). Que ofrecen un estudio muy global y a la vez, detallista, pero también cercano a todo aquel que se asome con curiosidad estudio de la moneda histórica. Eso en general, pues lógicamente, cada artículo esta marcado con la impronta de su autor, y es lógico que unos resulten más accesibles que otros para el lector.

Desde Numismática medieval, deseamos a Hécate mucha suerte y grandes éxitos en esta andadura que comienza.



El dirham almohade

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Muchas gracias a todos los que seguís el blog. En esta primera entrada del 2015, aprovecho para felicitaros el nuevo año entrante, deseando que se cumplan todo aquello que el pasado 2014 no os trajo.

EL DIRHAM ALMOHADE 

Introducción.


Hacía bastante tiempo que me apetecía escribir una entrada sobre moneda almohade. La primera moneda hispanoárabe que llegó a mis manos fue un dirham almohade que poco me decía a simple vista, pues no era capaz de apreciar nada relevante o de interés en ella, salvo una maraña de caracteres incomprensibles para alguien no familiarizado con el árabe clásico. A base de observación y comparación de ejemplares pude advertir que se repetian los caracteres por lo general, pero algunas llevaban en la parte inferior izquierda una pequeña linea de escritura, la ceca donde se acuñó, cambiaban algunos adornos y poco más. Con no pocas horas de lectura de autores dedicados a su estudio, pude conocer mucho más sobre ellas y hasta supe apreciarlas. Finalmente llegue a comprender de su importancia, pues en el mundo musulmán antiguo fueron parte de una reforma monetaria de similar importancia a la que emprendieron los Reyes Católicos a raíz de la Pragmática, dos siglos más tarde, y tan valorada históricamente.

En la presente entrada no voy a abordar el conjunto de las amonedaciones almohades, dejando de un lado las de oro (la dobla) y si centrándome, de manera intencionada, sólo en la que creo interesa al coleccionista de poco o medio poder adquisitivo, como somos la mayoría entre los que me incluyo. Me refiero al dirham almohade de plata.

Para cualquier coleccionista de moneda hispanoárabe deberían ser atractiva, en primer lugar por su precio accesible, pues es facir encontrarlas en muy buenas calidades entre 10 y 15 euros (las anónimas, sin califa ni ceca), de 20 a 25 euros las más abundantes con cecas Tlecemen, Fez... Luego hay otras cecas valoradas en torno a los 40-80 euros: Murcia, Córdoba, Málaga, Sevilla, Valencia, Ceuta... En un último orden cecas muy escasas como Mallorca, Jaén, Bugía, y luego están las rarezas, cecas que se saben que existen, pero de las cuales se suelen ver alguna cada X años en alguna subasta, y que suponen un reto para cualquier estudioso sobre el tema.

El dirham almohade también supone un atractivo para el estudioso, pues suelen aparecer con más frecuencia que en otros períodos históricos, monedas con nomenclaturas de ceca hasta la fecha desconocidas. Os pongo dos ejemplos: uno cercano en el tiempo, el tipo no identificado de la próxima subasta de Soler y Llach.

El otro viene dado por la clasificación de las monedas halladas en el tesorillo de varios millares de piezas de plata almohade hallado en Pliego de Córdoba en 1959, donde aparecieron monedas con una clara lectura Qartayanna y Baguh (Cartagena y Pliego), que suscitaron numerosas hipótesis de atribución como podreis leer en el excelente artículo "Qartayanna y Baguh, cecas almohades, y la hipótesis de las acuñaciones conmemorativas" de Miguel Vega Martín.



Me ahorro la introducción histórica sobre los almohades, pues podeis encontrar muy buenos apuntes por ahí. Me centro en lo numismático:

Composición

Leyendas frecuentes del anverso:
- No dios sino Dios/Mahoma enviado de Dios/No fuerza sino en Dios
- Dios es Nuestro Señor/Mahoma nuestro enviado/ (Personaje X) nuestro Imán
Leyendas frecuentes del reverso:
- Dios es Nuestro Señor/Mahoma nuestro enviado/ Al-Madhi nuestro Imán
-Abd Al-Mumin/hijo de Alí/Emir de los Creyentes

Peso aproximado: 1,52 grs.
Medida aproximada: 14 mm.

Instrumento de propaganda
  
El movimiento almohade, originario de Marruecos en el siglo XII, surgió como una reacción a la relajación religiosa de los almorávides, tanto en la península como en el Magreb. En definitiva una nueva fuerza reformadora que alcanza también a la numismática, con nuevas formas, metrología y leyendas cargadas de mensajes religiosos e ideológicos propios. Adoptar la forma cuadrada en los dirhames fue una forma de decir "aquí estamos nosotros y nuestro poder, intransigente en la cuestión de fe y reformador de instituciones y costumbres" Se debió la forma cuadrada, posiblemente, para asociarla, jurídicamente y de hecho con los ponderales, conforme al mandato coránico. Excepcionalmente existen algunos dirhames redondos con la leyenda Al-Mahdi, fueron acuñados en Al-Andalus durante la rebelión anti-almoravide, casi con toda seguridad.

Hablando de Al-Madhi el Imán, aparece completando numerosisimas leyendas. Al-Mahdi ("el guiado") alude al personaje Abu Abd Allah Muhammad Ibn Tumart (1080 - 1128) que fue el líder fundador del movimiento religioso de los almohades. También puede aparecer, aunque no de forma tan frecuente el nombre del califa que la mandó acuñar.

Importante era la cuestión del "peso justo de dirham" (aprox. 1,55 grs.) que debía ser conforme al mandato coránico. Esto hizo innecesario grabar epigráficamente el valor, al ser equivalente la moneda al ponderal dineral. 

En la leyenda destaca la reiteración de la unicidad de Dios, al continuar esta leyenda con la profesión de fe musulmana: No hay Dios sino Dios (Allah), todo está en poder de Dios, no hay poder sino en Dios. Para simplicar la cuestión me conformaré con deciros esta leyenda, que es la más genérica, pues el tema de la traducción del significado de la leyenda ha dado en la doctrina para libros y más libros, debido a que, a veces, es muy dificil encontrar nomenclaturas occidentales actuales para expresiones árabes que tienen sus propias connotaciones solo entendibles en el mundo islámico antiguo.

Si alguién está interesado en profundizar sobre el tema recomiendo la lectura del libro "El mensaje de las monedas almohades, Numismática, traducción y pensamiento islámico, de Miguel Vega Martín y otros, ed. Escuela de traductores de Toledo", que aborda con profundidad tan compleja temática.

Escritura y adornos

Los caracteres de escritura que figuran en los dirhames almohades son nasji o cursivo, a veces florido, con anillo y puntos o rayas que corresponden a signos auxiliares de la escritura que facilitan su lectura. La adopción generalizada de la escritura nasjí puede interpretarse como un elemento de identificación auténticamente marroquí, frente al cúfico asociado a la numismática de los almorávides, considerados extranjeros saháricos. El hecho que los almorávides acuñaran circunstancial y tardíamente quirates con caligrafía nasjí, y que existan dirhames almohades con escritura cúfica, posiblemente de ceca tunecina, no invalida la interpretación anterior, según Fontenla Ballesta.

A diferencia de lo que nos tiene aconstumbrado la moneda califal, los dirhames almohades tienen poca variedad de adornos. Para Pérez Higuera, algunos están decorados con sarmientos de vid, adornos de tradición grecorromana y que proliferan en esta época, y son una alusión a la prosperidad y a la abundancia. En cuanto a la orla de puntos, algunos autores lo ven con una forma de representar el ensalzamiento de Dios.

Distinción de otras tipologías
Existen otros dos tipos de dirham bastante similares al almohade que quizás puedan suscitar dudas en el coleccionista novicio. De uno ya hemos mencionado algo, el millarés o dirham de imitación cristiana, que fue acuñado en algunas ciudades europeas a modo de "imitación" o "falsificación" del dirham almohade, con objeto de facilitar las relaciones comerciales con el Norte de África. 

Aunque en un inicio los millareses tenian baja plata; en una segunda etapa tuvieron un mayor contenido de metal noble, lo cual repercute en una pieza de mayor calidad, esto es para nosotros coleccionistas, una primera forma de diferenciarlos. Aunque los millareses presentan una acuñación muy esmerada en apariencia, su escritura suele ser degenerada no presentando un grabado uniforme. La escritura se muestra excesivamente despejada, dejando espacios "limpios" amplios en el cospel. Los caracteres suelen ser pequeños en comparación con las almohades, alternándose letras de distinto tamaño. Las tres líneas de escrituras (sin contar la de la ceca, si la tuvieren) se presentan muy uniformes y rectas.  Para un ojo más familiarizado con la lectura árabe, también presentan errores gramaticales. Aquí cuatro ejemplo de millareses de distintos estilos, todos ellos de la Subasta Soler y Llach de 14/07/2014.
 
Y aquí un millarés de ceca Ceuta (el de arriba) comparado con otro "auténtico" dirham almohade, también de Ceuta (el de abajo, de la Subasta Aureo 5/02/15). Las diferencias son notables.

Recientemente Almudena Ariza ha publicado un interesantisimo artículo en la revista Hécate, dónde hace una recopilación de la biografía dedicada al millarés ("El millarés. Revisión Historiográfica") y cuya lectura os recomiendo.

La otra pieza que presenta cierta similitud con el dirham almohade, es el dirham nazarí (nasrí). Este tipo presenta un módulo de 15 mm. y un peso aproximado de 1,50 grs, pero también los hay de mayor tamaño y peso. Suele abundar el anónimo, pero también se prodigan las acuñaciones en las que aparece el nombre del Emir, Ali ben Sa´d o Muhammad. Unicamente se emitieron en las cecas de Granada (las mayoritarias), Almeria, Guadix, Murcia, Málaga y Ceuta. Aunque recientemente, alguno se ha atribuido a Ronda. En el dirham nasrí, la leyenda del anverso: No Dios sino Dios. Mahoma enviado de Dios/ En el reverso: Siervo de Dios + nombre de Emir + ceca (en las anónimas: Y no vencedor, sino Dios. Granada). En conclusión, la lectura de la leyenda es lo determinante para distinguirlas. 

Para más información no podeis prescindir de la lectura del artículo del Prof. Alberto Cantó, "Algunas consideraciones sobre la moneda nazarí"

En la web www.numismaticamedieval.com hemos incluído una sección fija con imagenes de dirhames de distintas cecas y la escritura de las misma, a modo de pequeño taller de identificación. Sección que iremos actualizando con imagenes de las cecas que vayan apareciendo en foros, subastas, etc.


Véase támbien el artículo "Primeras acuñaciones almohades"
Recomendación: Crisis y evolución del discurso numismático almohade, de Salvador Peña Martín y Miguel Vega Martín

Controversia sobre cuartillo de Enrique IV ceca EN

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Me ha parecido interesante trasladar a modo de entrada, un interesante debate que se ha producido recientemente en el muro de facebook de este blog, acerca de una moneda recientemente subastada en ebay, un cuartillo de Enrique IV, de ceca dudosa.

  • Yeray Afonso¿Qué marca es, David?

  • Banda Cristo Del Amor GuadalcanalPreciosa moneda

  • Miguel Dominguez Costasno es de valladolid... despues pasare por XXX a comentarla y compararla con otro cuartillo que ponen allí...

  • Numismatica medievalEl nombre latino de Valladolid era Valle Oleti, por lo que lo normal para esta localidad como marca de ceca seria V, VA, o incluso el escudete con girones

  • Numismatica medievallo que si creo que son es dos letras nexadas

  • Numismatica medievalHe consultado con Manuel Mozo, y en su opinión pudiera tratarse de una falsificación de un tipo de Valladolid. Las leyendas aparecen algo degeneradas y el estilo de la moneda en general y del castillo para nada coinciden con lo habitual para la ceca de esta ciudad.

  • Numismatica medievalPor otro lado en la parte superior parece verse un escudete o intento

  • Miguel Dominguez CostasA ti te parece una falsificación?..exactamente en que os apoyais para relacionar esa pieza con valladolid?, es que no veo de donde se puede sacar esa atribución..en la marca no desde luego y como tu mismo comentas..esta pieza no tiene absolutamente ningún elemento que permita asociarla a los diferentes estilos de los cuartillos vallisoletanos..
    La pieza sin duda alguna se trata del ejemplar catalogado en el Álvarez Burgos con el número 766 y con marca EN góticas enlazadas
    Sobre el escudete yo no lo veo por ningún lado, solo veo rastros de letras por defecto de acuñación, ademas de que pintaría un escudete en una leyenda de Enrique IV?

  • Numismatica medievalEn que comentario he dicho yo que sea Valladolid? Como tu bien dices no hay elementos que permitan asociarla a esta ceca. Lo de la falsificación, el escudete, a las doce en punto, son hipótesis de Mozo.

  • Miguel Dominguez Costasme refería en general a la atribución a Valladolid..., yo personalmente no veo ni la falsificación..ni el escudete...

  • Numismatica medievalLo que puede ser, que no se si lo es, un posible escudete es lo que se ve a las doce en el reverso, la imagen del castillo. 

  • Numismatica medievalLa hipotesis del escudete, creo que podemos olvidarla. Aumento la foto a maxima resolución
    Una foto de Numismatica medieval.

  • Numismatica medievalEL SIGUIENTE COMENTARIO ES LITERAL DE MANUEL MOZO PARA ACLARAR SU POSTURA SOBRE ESTA PIEZA

  • Numismatica medievalYo no he dicho en ningún momento que esa moneda sea de Valladolid, sino muy al contrario, es decir , ESTOY ABSOLUTAMENTE SEGURO QUE ESA MONEDA NO ES DE VALLADOLID. El arte de las monedas con marca “Va” es completamente diferente al de esta moneda. La de marca “Va” SIEMPRE son como la que os adjunto.

    Las que tienen marca “V” TAMPOCO SON COMO ESTA que decís en el post.
    Y las del Escudo de la Familia de los Girones, también son diferentes
    Ahora sobre la “rara”.

    Yo dije (y sigo diciendo) que:
    1) NO es una pieza original de Valladolid, seguro. 
    2) NO sé lo que es. Es la primera vez que veo esa marca 
    3) No soy capaz de interpretar lo que pone. Leo algo como “CE (escudo)LLE SE*:EnnVS CASTE” y por detrás “E…RES EVCI*SILE:VE”. El escudo, estoy de acuerdo en que puede ser cualquier cosa: desde un escudo como tal a una letra mal hecha o empastada. Pero sea o no sea escudo, no está a las 12h… sino a las 2h. 
    4) Por eso dije que podía estar hecha por un falsario iletrado que copiase ellema de otro cuartillo, pero que realmente no pone nada. De cualquier manera, y de ser falsa (que no lo es) NUNCA SERÍA UNA FALSA DE VALLADOLID.
    5) Aún con esas, sigo pensando que es una “ceca de falso” de estas que decía Alfonso Florez. NO ERAN CECAS FALSAS, SINO QUE ERAN CECAS A LAS QUE ENRIQUE IV PERMITIÓ ACUÑAR a beneficio propio desde 1454 hasta 1471 Y A LAS QUE EN ESE AÑO O INCLUSO ANTES LAS FUE PROHIBIENDO LABRAR. Y se corresponden con todos esos cientos de marcas rarísimas que salen cada poco tiempo, y que en este caso, es una más. El propio Enrique IV las prohibió y las declaró “cecas de falso” a través del ordenamiento de Segovia de 1471. Primero les permitió acuñar, y luego las prohibió, dejando tan solo las seis cecas reales de Sevilla, Segovia, Cuenca, Toledo, Burgos, y Coruña (y Ávila que la tenía Isabel). Leer el texto, por favor:1459?. Anónimo atribuido a Alfonso Florez, uno de los cronistas que escribieron la vida de los Reyes Católicos. Y Heiss, Aloïss:
    Descripción General de las monedas Hispano-Cristianas desde la invasión de los árabes, Madrid, 1865, pp. 107.
    Se cita como el rey Enrique IV dio cartas para hacer monedas a más de 150 cecas y de los problemas que esto conllevó, así como la baja de los valores de las monedas que hasta entonces corrían.
    "pasaron quatro años que el rey D. Enrique vivió después que el príncipe D. Fernando, marido de la reina Dª Isabel, entró en Castilla, en el cual tiempo los robos y desventuras del reino así crecidamente crecián, que yo he lástima de los escribir, mayormente los que le ovieron de emportar. Y como sea cosa sabida que os vicios tengan de condición cada día empeorarse, así el rey é reino de un mal en otro mayor crecía hasta empeorarse en extremo grado. El cual como ya dixe, no teniendo afición al reino como hombre sin hijo á quien le dexase, teniéndole ya todo enagenado, no habiendo en él renta, nin lugar nin fortaleza que en su mano fuese que non la oviese dado, y ya non habiendo juros non otras rentas de que poder facer mercedes, comenzó á dar cartas formadas de su nombre de Casa de Monedas. Y como el reyno estaba en costumbre de no tener más de cinco casas reales donde la moneda juntamente se labrase, él dio liçencia en el término de tresaños como en el reyno ovo çiento é çincuenta casas por sus cartas y mandamientos. Y con estas ovo muy muchas más de falso, que publicamente sin ningún temor labraban cuan falsamente podían y querían; y esto no solamente en las fortalezas roqueras mas en las cibdades y villas en las casas de quien querían: tanto que como plateros y otros oficios, se pudiera hacer a las puertas y en las casas donde labraban con facultad del rey, la moneda que en este mes hacían, en el segundo la deshacian, y tornaban á ley más baxa, é con esto ovo tan grandes negaciones en las Casas de las monedas que non había en el reino otro trato. Y había casa que rentaba en el dia al señor doscientos mil maravedises sin las ganacias de los monederos negociantes... fue la confusión tan grande, que la moneda de vellon, que era un cuarto del real que valía cinco maravedis, fecho en casa real con licencia del rey, no valía una blanca nin la tenía de ley... y ya veniendo las cosas en tan gran extremo desordenadas, dióse baxa de moneda quel quarto que valía cinco maravedises valiese tres blancas
    6) Fuera de eso… sinceramente no sé si pone EN o ER o EB, o nB. NO LO SÉ. Pero sinceramente… es que me da igual lo que ponga. Es sin duda una de esas 150 cecas “de falso”, hechas “de cualquier manera, y sin cumplir el más mínimo parámetro metrológico. Vamos que circularon a valor de cuartillo PORQUE ERAN LEGALES DURANTE BASTANTE TIEMPO, pero su valor metálico, fiduciario o liberatorio, NO era es de un “cuartillo” sino mucho menos. Es decir, esos “acuñadores” que estaban labrando para el rey estaban haciendo mala moneda y por tanto devaluando el valor de la misma, amén por supuesto estar haciendo trampa y traicionando la confianza del rey que le había permitido labrar, pero monedas de mejores condiciones.
    7) De hecho, todas estas monedas FURON DECLARADAS ILEGALES Y FALSAS POR EL PROPIO ENRIQUE IV.

  • Miguel Dominguez CostasMadre mía!! vaya tocho la virgen!!..pero bueno muy bien, ahora si que ya estamos de acuerdo...sinceramente estaba bastante extrañado porque si hay alguien que clave estas complejas piezas es Mozo, sabía que algo estaba fallando aquí y esto también es lo mas normal del mundo...yo me lío todos los días conmigo mismo como para no correr el riesgo de liarme con las extensas y detalladas explicaciones de Mozo...
    De todas formas me gustaría hacer un par de puntualizaciones:
    En este texto Mozo se refiere en reiteradas ocasiones a la pieza como salida de "un taller de falso" a la vez que se contradice y admite que fueron piezas emitidas en talleres que contaron durante un periodo de tiempo con el beneplácito real.
    Esta denominación de "taller de falso" para estas piezas está bastante de "moda" en los últimos años, (yo cada vez que la escucho..veo temblar a los reales de vellón y cruzados bélicos de Enrique II) y la verdad no se de donde nace tal asociación. Si nos vamos a la magnífica crónica del Padre Florez, concretamente a la parte de texto que Mozo acertadamente ha expuesto en su comentario podemos leer LITERALMENTE que dice "en el reyno ovo çiento é çincuenta casas por sus cartas y mandamientos. Y con estas ovo muy muchas más de falso, que publicamente sin ningún temor labraban cuan falsamente podían y querían;".
    Esto es..que aparte de una multitud de cecas autorizadas , según Florez hasta 150 cecas oficiales!! hubo una gran producción de moneda realmente falsa, aprovechando esta enorme diversidad de talleres y la continua devaluación que sufrían las monedas (esto afectaba a TODOS los tallleres..no solo a los "144 talleres "privados", si no que también a los 6 talleres históricos..) se desarrolló el escenario ideal para que los falseadores camparan a sus anchas y conseguir introducir sus chapas en circulación con una plena garantía de éxito...sí volvemos a Alfonso Florez podemos leer su extraordinaria y rotunda frase que deja una nítida foto de la situación creada.. "sin ningún temor labraban cuan falsamente podían y querían;". Esta frase es sencillamente brutal.
    Numismática Medieval por los diversos contenidos que publicas en tu blog..tengo la impresión de que eres una persona que esta continuamente revisando las novedades y curiosidades que van apareciendo regularmente a través de las diversas fuentes de información..por lo que supongo que estarás plenamente familiarizado con la chaperia de Enrique IV.., las AUTÉNTICAS falsas que van apareciendo en el mercado o en publicaciones con relativa regularidad...
    Sobre lo de Enrique IV declaró falsas todas estas acuñaciones..tampoco es tan así, debido al descontrol monetario que se produjo tras esta política monetaria intentó reconducir esta situación con la reforma monetaria del 71 y como tal..lo que se hizo toda la vida..invalidar las monedas anteriores y someterlas a revisión..las falsas a desmonetizar...las que no dan la talla al crisol y las que entran dentro de los parámetros de la nueva norma se reautorizan...(hay muchas de estas piezas salidas de talleres "privados" con una ley magnífica)
    También me gustaría añadir que hay muchos estudiosos que consideran esas cifras relatadas por Alfonso Florez de hasta 150 talleres "privados" emitiendo moneda en tiempos de Enrique IV como una cifra altamente exagerada...hoy en día yo creo que aproximadamente debemos conocer en torno a las 75-80 marcas diferentes y si tenemos en cuenta que prácticamente no hay año que no salga a la luz una nueva marca..cuando no más y si valoramos el corto tiempo que debieron estar muchos de estos talleres activos y la limitada capacidad de emisión de la mayoría de ellos, estoy absolutamente convencido de que la cifra real si no son los 150 talleres se aproxima muchísimo..
    Volviendo al cuartillo..reconozco que esos supuestos "errores" en la leyenda me tienen bastante descolocado y mas si tenemos en cuenta que se repiten (de manera diferente) en el otro ejemplar que relaciono con esté que aquí expones.., he intentado interpretar algún mensaje en esa leyenda diferente a la oficial pero con fracaso total, pero por otro lado el resultado final de la moneda, la calidad artística del monedero, y sobre todo la conservación y el aspecto general que presenta la moneda con el que ha llegado hasta nuestros días me hace presumir con bastante seguridad que la moneda debe presentar una relativa cantidad significativa de plata en su composición por lo que no tengo dudas a la hora de asignarla a un taller "privado" autorizado.
    Sobre el "escudete" o letra empastada a las 2 horas..es una V, y la leyenda en esté ejemplar empieza a las 6 horas..
    Sobre la interpretación de la marca de ceca..., sin duda es un EN..cuando me enseñaron el otro ejemplar también tenía dudas ya que no era capaz de identificar el EN con claridad y había detalles que no me cuadraban pero tras ampliar esa parte y darle un par de vueltas si pude verlo perfectamente y en este ejemplar lo mismo...y estoy convencido que también coinciden con el ejemplar referenciado en el Álvarez Burgos como presente en el museo arqueológico nacional.
    En relación al significado de esa marca...pues como ya comenté en otro sitio se le puede dar tantas explicaciones como capacidad imaginativa tenga uno..., popularmente se relaciona con una acuñación realizada en la corte de Enrique IV..asignación que yo personalmente no comparto...alé al final me salió a mi otro tocho mas tocho...

Comentario al dinero de Fernando II, lote nº 402 Subasta Soler y Llach de 25 de febrero de 2015

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En la entrada dedicada a la búsqueda de elementos románicos en las monedas castellanas y leonesas de los siglos XI y XII, comenté acerca de la presencia de elementos arquitéctonicos que trascendían más allá de la mera representación del edificio en cuestión para convertirse en iconos o símbolos. En aquel artículo hice referencia a algunos como la "supuesta" catedral de león o la representación de las murallas de Ávila. Quizás imperdonable por mi parte obviar otra famosa representación muy conocida en la numismática medieval y que me servirá de introducción para el comentario de la moneda protagonista de esta entrada y que considero puede ser de las más emblemáticas, no solo de la numismática medieval leonesa, sino quizás de la historia numismática de España. Me estoy refiriendo al dinero de Fernando II, que representa el Camino de Santiago, según describen, y que se subastará el 25 de febrero de 2015 en Soler y Llach.


Dinero salamanqués de Fernando, imagen de archivo

Pero vayamos por partes. En el Symposium Numismático de Barcelona de 1979, Antonio Orol dio a conocer el llamado dinero salamanqués de Fernando II, atribuyéndolo a Salamanca, a grandes rasgos, porque la efigie del monarca aparecía sobre un puente, que el citado autor identicó como puente romano de Salamanca. La leyenda de esta moneda ISPANIE, no es que apoyara esta tesis, pero tampoco la contradecía. Tampoco debemos olvidar que Salamanca fue una población importante en tiempos de Fernando II y a cuya catedral se le concedió, en 1167, la tercia de la moneda argéntea (vellón) que allí se acuñara, y en 1186, la tercia de oro; aspecto este que podría refrendar a lo anterior. Alguna información adicional más podeis encontrar aquí.


Morabetino de Alfonso IX, león sobre puente, 
de similares características a las del vellón anterior.  Imagen de archivo


Pues bien, unos años más tarde, León España, en un artículo publicado en Gaceta Numismática en Diciembre de 1998, presenta una pieza hasta esa fecha inédita, de gran similitud al tipo anterior y que señala como una representación de un camino o calzada, delimitado por dos trazos gruesos paralelos, y unas flechas en dirección hacia la izquierda. Sobre el conjunto de las mismas, el busto de monarca hacia la derecha. Considera que si el puente romano puede de Salamanca puede considerarse un emblema, existe algo más famoso aún, no solo en el reino leonés, sino que trasciende fronteras, y esto es la peregrinación a Santiago a través del camino. 

León España creía en esa hipótesis pero no pudo afirmarla con rotundidad, de echo, escribe "somos conscientes que, como toda pieza única con significación tan especial, precisa para su confirmación la aparición de nuevos ejemplares, aunque sea tan solo para comprobar que la representación de la calzada no es producto de un error, y que por ejemplo se pretendía volver a representar el puente ya conocido, que por defecto de acuñación se habría visto simplificado en un par de líneas...

Quizás esas dudas pueden quedar despejadas con la moneda nº 0402 de la citada Subasta, pues ya se trata se un segundo ejemplar, lo cual puede hacer desestimar la idea de error de acuñación.  Si se confirma que se tratase de la representación del Camino de Santiago, supondría una novedad numismática sin precedentes, dado que hasta la fecha únicamente, las alusiones a Santiago de Compostela (Sancti Iacobi) eran a través de la imagen del apostol o de la leyenda BEATI IACOBI y similares, pero nunca con una representación icónica del camino.

Mi agradecimiento a la A.N.E por haberme permitido acceder al contenido del artículo publicado por León España.

Comentario al lote nº 158 de la Subasta de Pliego de 9 de abril de 2015

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Por Antonio Roma Valdés


Las acuñaciones de la Guerra Fratricida castellana son muy interesantes y en ocasiones difíciles de clasificar. Enrique II imita, en mal vellón, los reales de plata de Pedro I, con sus iniciales; mientras que Pedro I se ve obligado a rebajar la ley de sus monedas y acuña una serie en oro de patrón extraño, en ambos casos ante la combinación de dos factores irreconciliables, a saber, la necesidad de pagar sus tropas y las mesnadas foráneas y la ausencia de metal con el que acuñar. Esta devaluación fue incluso aprovechada en Aragón donde se acordó la imitación a conveniencia de las emisiones de ambos contendientes. Esta secuencia está bien estudiada desde L. Domingo Figuerola, Luis; A. Balaguer, “Ordenación cronológica de las emisiones monetarias de Pedro I y de Enrique II”, Nvmisma 150-155 (1978).

Sabemos por la documentación que Pedro I acuñó moneda de vellón en Toledo, Sevilla y Murviedro. Por las monedas conocidas, esta serie estará compuesta por dos valores de buen peso y altas en plata, un 80 por 100, con un castillo en una cara y un león en la otra.

Respondiendo a este patrón, conocemos otra serie de piezas de las que se saben muy pocos ejemplares, tres de la serie, incluido el que subasta Pliego, y uno de la inferior. Por razones que se escapan y difícilmente contrastables, esta serie fue asignada por Álvarez Burgos a unas emisiones realizadas en Carmona. Cierto es que esta localidad tuvo su importancia en el período final, cuando Martín López de Córdoba, se adueñó de la fortaleza
allí ubicada y que protegía el tesoro de Pedro I para entregarlo a la muerte del monarca el 23 de marzo de 1369 a su sucesor. Sin embargo, carecemos de datos de las acuñaciones en el lugar. No es descartable la existencia de rumores que desde luego no me han llegado ni directa ni indirectamente de la aparición de alguna de estas monedas en las inmediaciones. Y cabe añadir que en todo caso estas monedas no fueron acuñadas ni en Sevilla, Toledo o Murviedro.

¿Pero son emisiones de necesidad? Si así lo fuera, Montiel, donde fue apresado Pedro I,  o Carmona, donde se hallaba su tesoro, son buenas candidatas a su fabricación excepcional. Lo indudable es que responden a una tipología ajena y singular en las emisiones europeas y que su arte es bueno. Dentro de una orla mixta, preponderantemente cuadrada, presentan castillos y leones cuartelados en una cara y una curiosa estrella coronada en cuyo centro se presenta un rostro de pequeñas dimensiones. Una rareza en la numismática europea.

Breve nota sobre el lote nº 819 de la Subasta Áureo 30/09/15: Dinero SVPER REX

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Según algunas opiniones el dinero SVPERREX se trata de una de las primeras acuñaciones de Alfonso VII como Emperador, luego su emisión se situaría entre 1135 o 1136. Otros autores, como A. Roma, la consideran de un momento posterior, entre el 1140 y el 1150. Iconográficamente, la cruz  patada con prolongación en la parte inferior puede representar una señal de victoria dado que Alfonso VII no pudo intitularse Emperador hasta que murió Alfonso I el Batallador en 1134.  Y esto fue debido a la existencia de un documento firmado en 1126 "el Pacto de Támara" con Alfonso I el Batallador  en el que se estableció como uno de los requisitos la no utilización del titulo “IMPERATOR” por ninguna de las partes, si bien es muy posible que Alfonso I incumpliera este pacto.


En la diplomática medieval ya existieron alusiones previas al título de IMPERATOR, e incluso se recogen otras titulaciones. Aquí algunos ejemplos:

- Un diploma real de 922, donde el rey leonés Ordoño II se refiere a sí mismo como emperador. La carta dice: "Yo, el emperador más sereno Ordoño"(serenissimus Ego imperator Ordonius)

- Documentos de la época del reinado de Ramiro III de León utilizan los títulos ampliada basileus y rex magnus ("gran rey"). La primera es una latinización del griego significa "rey" y fue el título utilizado por los emperadores bizantinos.

- En los siglos XII y XIII, los escribas comenzaron a referirse a Sancho III de Pamplona como rex Hispaniarum o Sancii imperatoris.

- De una carta de Fernando I en 1056, conservada en el cartulario de Arlanza se dice: "bajo el imperio del emperador rey Fernando y la emperatriz reina Sancha gobernante del reino de León y en Galicia y en Castilla "(sub imperio imperatoris Ferdinandi regis et Sancie regine imperatrice regnum regentes en Legione et in Gallecia vel de Castella)

No he encontrado ninguna referencia expresa a la nomenclatura SVPERREX en documentos, aunque es más que probable que exista. Ni tampoco puedo afirmar que las distintas titulaciones: IMPERATOR, SVPERREX, REX MAGNVS, etc hicieran referencia a la misma realidad o titulación. Lo que si podemos asegurar es que la leyenda SVPERREX (+LEONIS) no es para nada común en la numaria castellano y leonesa; no conociéndose por el momento otro tipo distinto: por ejemplo no conocemos de ningún SVPERREX TOLETA), al contrario de lo que sucede con los dineros IMPERATOR de los que se conoce más de una veintena de tipologías combinadas con las leyendas LEONIS, TOLETAS, ADEFONSVS o incluso NAIARA.

En la próxima subasta Áureo, tenéis un bonito ejemplar de esta moneda. Su precio de salida es de 300 euros, aunque es mas que probable que se remate en un precio más alto, a tenor de los antecedentes existentes y de su alta rareza "per se".



Un Privilegium Imperatoris (Privilege Imperial), como se lee en la parte superior, emitido por el Emperador Alfonso VII de León y Castilla la concesión de tierras a un cierto abad Guillermo (abajo, centro) para la fundación de un benedictino monasterio. Detrás de Alfonso (derecha) es su mayordomo, el conde Ponce Giraldo de Cabrera , que lleva una espada y un escudo. En la parte inferior izquierda son hijos de Alfonso Sancho y Fernando .  Imagen de la web WIKIPEDIA.

Breve apunte epigráfico sobre el lote nº 202 de la Subasta de Soler y Llach de 25/02/2016

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De la próxima subasta de Soler y Llach de 25/02/16 me ha llamado la atención más que la moneda en si, la curiosa descripción que se realiza del dirham, literalmente"TAIFAS-HAMUDIES. Dirham. 410H. AL QASIM BEN HAMMUD (1er reinado). AL ANDALUS. Citando Yahya en la 4º línea de la IIA. 3,78 grs. AR. Este ejmplar presenta unos adornos muy peculiares y aparentemente inéditos. Las astas de las letras altas y las letras finales terminan en forma de pino silvestre. Debajo de la IIA presenta cuatro pinos volcados. RARA. Prieto-69b (por el tipo pero adornos inéditos); V-742. MBC."


Siendo más precisos en la descripción, más que "forma de pino silvestre" habría que hablar de escritura cúfica florida. Si la aparición de los primeros reinos de taifas obedecen a una ruptura social, religiosa y económica del poder central del Califato de Córdoba; una manifestación más de esa ruptura se da en el terreno de la escritura, donde surgen escuelas de grabadores que empieza a sustituir la escritura centralista califal, esto es, la cúfica simple, por otras modelos más ornamentales, con nexos entre caracteres curvos y una altura arbitraria y estilización de los trazos llevada al exceso. La escritura cúfica con terminaciones florales fue propia de la dinastía Hammudi y de la escuela de grabadores de Málaga, Sevilla y Córdoba, principalmente, aunque existieron otras manifestaciones como la escritura de caracteres cúficos esbeltos sobre fondo floral. 

Basa con epígrafe de época de taifas. Museo de Málaga. Cúfico florido


Aunque en el terreno artístico se pueden encontrar fácilmente manifestaciones de escritura cúfica florida, lo cierto es que no es para nada frecuente su plasmación en el terreno numismática. Con el dirham de Al-Qasim ben Hammud encontramos una muy digna excepción.

Dirhem Banu Hud versus mencal alfonsí, un proyecto monetario fracasado

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Los Banu Hud fueron una dinastía que adquirió gran relevancia en el mundo musulmán. Procedían del linaje árabe de Yudam, originario del Yemen. El fundador de la dinastía fue Sulaiman Ibn Hud al-Mustain, que tras su muerte en 1046 repartió la originaria taifa de Zaragoza entre sus descendientes, como la de Zaragoza, propiamente dicha, Lerida, Tortosa, Denia..., que después fueron nuevamente unificadas y separadas en contínuas guerras fraticidas. Algunos descendientes de la dinastía se asentaron también en Valencia, Córdoba, Granada, Jaén y Murcia.

En 1228, Abu Abd Allah Muhammad bin Yusuf bin Hud al Mutawakkil (1228-1238), que reclamaba ser descendiente de los Banu Hud, se hace con el control de Denia, Almería, Granada, Málaga y Sevilla. Ibn Hud al Mutawakkil gobernó así un extenso estado unido en el Reino de Murcia ante enemigos comunes como castellanos, aragoneses y almohades. Tras su asesinato en Almería en 1238, su estado le sobrevivirá reducido al Sureste, hasta que su hijo Muhammad ibn Hud (1241-1259) se declare vasallo de Castilla en 1243.

Desde el punto de vista numismático, en el Reino de Murcia  solamente se acuñaron monedas de plata, dirhems y medios dirhems a nombre de al-Mutawakkil (625-636/1228-1238) y de su hijo al-Wātiq (635-636 H/1238-1239) cuyas emisiones finalizaron en el año 635-636 H/1238-1239, aunque siguieron circulando hasta el 1263 aproximadamente y quizás, unos poco años más, hasta el 1270. Dichos dirhems y divisores son un caso atípico dentro de la numismática hispanoárabe, dado que su aspecto redondo chocaba claramente con el de sus vecinos coetáneos, los cuadrados dirhems almohades, pero por el contrario seguían el patrón de escritura y discurso de las anteriores (unicidad de Dios y profesión de fe, ceca con letra más pequeña), con la salvedad de sustituir Al-Mahdi por Al-Abasi  e incorporar el nombre del rey con sus titulos. La metrología fue fiel a la almohade (“el peso justo del dirhem por mandato coránico"), 1,5-1,6 gr. para el dirham; 0,7-0,8 gr.  para el medio dirhem.

 Dirham de Al-Watiq, imagen procedente del foro numismatico OMNI

El dirhem hudí, en el terreno económico-transaccional tuvo gran aceptación, antes y algunos años después del Tratado de Alcaráz de 1243, hasta tal punto que restó gran protagonismo a una moneda especialmente creada por Alfonso X que con el fin de sustituirle –el mencal argénteo o cuarto de maravedí-, que tuvo que conformarse con coexistir con él hasta 1263, fecha a partir de la cual ambas monedas siguen conviviendo pero empiezan a ser sustituidas progresivamente por vellones de seis líneas o de la primera guerra.  

Otro motivo por el que la emisión de mencales fue poco prolija en el tiempo y fracasó, si lo comparamos con otras series monetarias castellanas con mayor pervivencia, se debió a la ansiada pretensión de Alfonso X al trono imperial cuyo gasto hacía tambalear las arcas del Reino, hasta tal punto que obligó muy pronto a reducir el contenido en plata en futuras emisiones de su reinado y a devaluar la moneda. También fueron motivos las convulsiones  que  provocaron  la gran revuelta mudéjar y la primera guerra de Granada


El motivo de acuñar el mencal argénteo, aparte del de favorecer el comercio con mudéjares y musulmanes, radicó en que Castilla no contaba con ninguna tradición de buena moneda hasta la fecha. Históricamente  Castilla había   manejado   la   musulmana   o   la   carolingia,  pero  nunca  había  acuñado  plata  de  alta  calidad,  sino  sólo  vellón.  Tras  la  especial  capitulación  del  reino  musulmán  de  Murcia, el cual se mantiene independiente pero vasallo de Castilla a cambio de un tributo (Tratado de Alcaráz, 1243)  se  mantuvo allí la moneda de plata circulante –los anteriormente comentados dirhems- hasta el 1263.  

En un principio los mencales se labraron en Murcia, aunque posteriormente se extendieron a Sevilla y Burgos, para abastecer de moneda sus mercados. Su peso oscilaba entre  1,35  y  1,8  gramos  con  leyenda  epigráfica en el anverso –ALF ONSVS REXCAS TELLEE TLEGIO NIS- y el cuartelado de castillos y leones en el reverso.

Bibliografía
-  La moneda de la Castilla Bajo-Medieval. Medio de propaganda e instrumento económico, de José María de Francisco Olmos.
-  La Moneda de seis líneas de Alfonso X de Castilla y León, de Jose Luis Braña y Antonio RomaValdés.
-  Un dirham de Fas del siglo X H/XVI dc con grafía especial, de Josep Pellicer i Bru
-  www.es.wikipedia.org/



El cruzado, contexto histórico y documental . Referencias a otras emisiones coetaneas

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En diciembre de 2010 publicamos una entrada que explicaba origenes, causas, desarrollo y desenlace del enfrentamiento entre Pedro I y Enrique II. Hoy hablaremos nuevamente, de forma mas resumida, de ese episodio para situarlo como contexto historico de un tipo de moneda acuñada al hilo de dichos enfrentamientos por Enrique II, nos estamos refiriendo al cruzado.


Entrando en materia, Alfonso XI y Maria de Portugal tuvieron como hijo a Pedro, legítimo heredero al trono de Castilla y que reinaría como Pedro I, apodado el Justiciero por sus seguidores y como el Cruel por sus detractores. Fruto de relaciones extramatrimoniales de Alfonso XI con Leonor de Guzmán nació el que también sería futuro rey de Castilla, Enrique de Trastámara, recibiendo este título por adopción de Rodrígo Álvarez de las Asturias, Conde de Trastamara, ya que Alfonso XI lo considero hijo bastardo.

La rebelión de Enrique de Trastámara, que se sostuvo con el apoyo de la nobleza castellana, frente al rey Pedro el Cruel, intentó recortar las atribuciones de éste y, sobre todo, su influencia política. Esta alianza entre el hijo bastardo del rey Alfonso XI y la nobleza fue bien percibida por la población como un obstáculo a las leyes que Pedro promulgó en las Cortes de Valladolid de 1351, que promovían el comercio y la artesanía y la seguridad de las personas, y por supuesto, el fortalecimiento de la autoridad real frente a la nobiliaria.

El noble Juan Alfonso de Alburquerque se alzó como cabeza visible de la rebelión contra el Rey Pedro, recabando el apoyo de Pedro IV de Aragón. Sin embargo Alburquerque fracasa en sus planes de conspiración contra el Rey y muere envenenado en 1354. Es entonces cuando Enrique toma las riendas de la rebelión en apoyo de varios de sus hermanos. Ciudades como Toro y Toledo se alzan contra el Rey Pedro, pero la rebelión es sofocada con gran dureza en 1356 y Enrique tiene que huir a Francia con el rey Juan II y el delfín Carlos.

El Rey Pedro declara la guerra a Aragón y consigue tomar entre 1356 y 1361 varias ciudades aragonesas. El debilitamiento que Pedro I sufre tras esta guerra, hace que Enrique de Trastámara aproveche la coyuntura para apoderarse de Nájera en 1360, pero Pedro I lo derrota y Enrique de nuevo tiene que huir a Francia. Es en este punto cuando el conflicto castellano, se internacionaliza porque Pedro I se ayuda de las tropas del Príncipe Negro Eduardo (Reino de Inglaterra). Sin embargo los franceses pronto entendieron que Pedro I no podría pagar los montos monetarios acordados y emprederían su regreso a Inglaterra.


Representación de la Batalla de Nájera

Percibiendo que su rival quedaba en una difícil posición, Enrique de Trastámara consigue en Francia el apoyo de las “Compañias Blancas”, tropas sueldo formadas por bretones, ingleses, gascones, aragoneses e incluso castellanos antipetristas, procedentes de las guerras habidas entre Francia e Inglaterra, afines a Carlos V y capitaneadas por Bertrand Du Guesclin , Conde de Longueville, ganando para Enrique las plazas de Burgos, Astorga, Ágreda, Soria, Logroño y San Sebastián, y recibiendo asimismo para él la fidelidad de las ciudades de Ávila, Segovia, Talavera, Madrid y Cuenca.

Finalmente, Enrique conseguiría derrotar y dar muerte a Pedro I en la Batalla de Montiel, 1369, afianzando su reinado tras su ya proclamada coronación en el Monasterio de Huelgas en 1366.


El apoyo francés fue recompensado con el “cruzado”, moneda de baja calidad válida en todos los territorios de Enrique. El cruzado debe su nombre a la cruz que estas monedas tienen en el reverso, porque se quiso hacer prevalecer la idea que la guerra contra Pedro I era una cruzada, que contaba con la bendición de Dios, aspecto que queda reforzado en otras acuñaciones, por ejemplo, reales con la leyenda “DEI GRATIA”. En el transcurso del reinado de Enrique II, se devaluó el cruzado progresivamente, restando poder económico a los mercenarios que habían participado en su cruzada, que se vieron obligados a entregar grandes cantidades de su moneda para obtener de las otras "oficiales" del reinado, fortaleciendose asi la hacienda real. 

Cuenta la Crónica de Pedro Lope de Ayala, en 1369: "el rey don Enrique, estando en Toledo, ovo su consejo, que por quanto avia de facer grandes pagas a mosén Beltrán (Du Gluesclin), e a los extranjeros... E por todo esto, acordó de mandar labrar moneda; e fizo entonces labrar una moneda que decían cruzados, que valía cada un cruzado, un maravedí, e otra moneda que dexían reales, que valían a tres maravedís, e era moneda de baxa ley. E ordenó el rey que en cada arzobispado e obispado labrasen tal moneda, e púsola a renta; e montó gandes cantidades". Se confirma el texto de la Crónica con las monedas existentes de Burgos, Toledo, Cuenca, Ciudad Real, Atienza, Osma, Soria y Segovia (J. A. Almonacid).

Aunque durante la guerra civil (1366-1369) se fueron acuñando reales, cornados de vellón y cruzados, es a partir de 1369 cuando se produce una emisión masiva de estos últimos. El texto legal,único conocido hasta la fecha, que hace referencia sobre la emisión de cruzados-támbién de cornados y reales de vellón- es la Instrucción a la Casa de la Moneda de Murcia (en concretos dos documentos, el primero dado en Sevilla el 11-05-1369Traslado del ordenamiento real sobre las monedas que se han de labrar en Sevilla, Córdoba Murcia; y el segundo de 15-05-1369). Archivo Municipal de Murcia.

La producción de cruzados que continuó hasta 1373, apreciándose en el transcurso del tiempo una clara degeneración del tipo, el peso y la liga, de tal forma que se pueden distinguir hasta tres tipos (Fuentes Ganzo):

a) El "cruzado canónico" que corresponde tanto a los tipos de cruz griega, como a los primeros de cruz latina, tal como dice la ordenanza de 1369 de "ciento veinte piezas por marco", esto es, de un peso teórico de 1,95 gramos (2,5 - 1,8 grs) en torno a los dos gramos. La paridad, 1 real de vellón = 3 cruzados (= 3 maravedís de cuenta) = 18 cornados = 30 novenes

Atendidos los emonumentos de las tropas francesas, se siguen acuñando cruzados de peor calidad, peso y ley, como se deriva delOrdenamiento sobre la baja de la moneda según lo acordado en las Cortes de Medina del Campo de 26 de junio de 1370:

b) Cruzados de 1370-71 de peso en torno a 1,5 gramos

c) Cruzados de 1371-73, en torno a 1 gramo.

d) Finalmente se produce una desmonetización del cruzado horadándolos o punzonándolos para su circulación por un valor ínfimo.

Este proceso degenerativo también es perceptible y similar en otras acuñaciones postbélicas a partir de 1370, tales como cornados y reales de vellón tipo anagrama y busto frontal. La paridad pasa a ser de 1 real de vellón = 1 maravedí (paridad al maravedí de cuenta) = 3 cruzados (2 cornados cada cruzado) = 6 cornados (6 por maravedí -1370- y 3 posteriormente -1371/2) = 12 cinquenes (y 6 posteriormente -2 por cornado-) = 10 novenes (10 por maravedí).

A continuación os mostramos imagenes de los tipos más frecuentes (Antonio Roma recoge hasta 24 variantes) aunque en ocasiones aparece alguna nueva variante desconocida hasta la fecha, véase 1 y 2.


Cruzado de cruz griega. Burgos. Áureo, 20/03/2014. Es el tipo más
conocido, con la leyenda ENRI cuartelada, se presenta en distintas variantes, 
sin ceca, con ceca, florón, iniciales a ambos lados...
Cruzado de cruz latina. Sin ceca. Áureo, 20/03/2014. Tipo más
escaso que el anterior, con la leyenda ENST cuartelada 
(ENRICVS-SECUNDVS -O SENNOR- TRASTAMARAE). 
Se trata de un cornado de emisión más tardía, una vez atendidos los emonumentos 
de las tropas francesas, conforme al según lo acordado en las 
Cortes de Medina del Campo de 26 de junio de 1370

Cruzado de cruz griega. Variante atribuida a Córdoba. Áureo, 20/03/2014. 
Caracteres de la leyenda ENRI coronados y busto entre iniciales
C y O
Cruzado de cruz griega. León. Áureo, 20/03/2014. 
Leyenda LEON en cuarteles. Probablemente el tipo más escaso conocido
Cruzado de cruz griega.Áureo, 20/03/2014. 
Se sustituyen caracteres por roeles en cuarteles, y en el tercero una S colgante. 
Atribuido a Sevilla








La granada, divisa del rey Enrique IV (Primera parte)

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La granada -el fruto- fue una divisa personal que utilizó Enrique IV; un emblema propio y cuya utilización se dio en numerosos soportes, como telas, bordados, joyas, escultura ornamental de edificios y, por supuesto, en monedas. Y es que de alguna forma, Enrique IV se percató de la im­portancia que habían adquirido los símbo­los de representación real como proyección propagandística de la imagen del monarca, y un elemento más para transmitir un mensaje. 

Su cromatismo será el oro y el campo en el que asienta, el gules o rojo vivo. Le acompaña por lo general el mote o leyenda "agrodulce" o "agrodulce es reinar", Con ella constituirá una hermandad de caballeros –la Orden de la Granada-

En el terreno numismático es con este monarca la primera vez que se utiliza la granada como un elemento iconográfico en la moneda acuñada (junto a otros ya conocidos como el león, el castillo, etc). 

Como testimonio documental de que el rey la consideraba su divisa personal, sírvanos un fragmento de las Ordenanzas para labrar moneda de vellón dadas por el rey Enrique IV en Madrid, el 22 de mayo de 1462, don­de se explicita que en la moneda de un ma­ravedí ha de representarse una granada de las de su divisa:
e por esta my carta ordeno e mando por ley e premática sanción la qual quiero que aya fuerza e vigor de ley […] que en las dichas mys casas de moneda se labren de aquí ade­lante las monedas de villón [sic] syguientes: Primeramente hordeno e mando que se la­bren en las dichas casas de moneda, mone­da de maravedís de ley de venyt e quatro granos por marco e de talla en cada mar­co noventa e seys pyezas e que cada pieza destas sea llamada maravedí e valga por un maravedí, la qual dicha moneda de mara­vedís tenga de un lado un castillo e del otro cavo un león, el qual dicho león tenga una granada de las de mi devysa entre los pies e manos e su orladura llana syn copas algu­nas de dentro e enderredor del dicho casti­llo e león en entramas partes de los dichos maravedís fuera de la dicha orladura aya le­tras que digan enricus quartus dei gracia rex castelle et legiones

Dobla de la banda de Enrique IV ceca Segovia, escudo franqueado
por dos granadas, Soler y Llach, 23/10/10
Cuarto de Enrique IV ceca Sevilla, Áureo 3/07/14
 Ejemplar de granadas entrelazadas a ambos lados del busto
Maravedí de Enrique IV ceca Burgos, Áureo 16/03/16.  
Granada debajo del león

Sobre la significación de la granada, me ha parecido muy interesante extraer algunos fragmentos del magnífico trabajo “La divisa de las granadas del rey Enrique IV de Castilla y su estela posterior” realizado por Sagrario López Poza, Catedrática de Literatura Española de la Universidad de La Coruña, que nos ponen de manifiesto sobre la especial relevancia que alcanzó este emblema o divisa tanto en época de Enrique IV como la utilización por otros monarcas en años posteriores, y como dicho símbolo se impregna de connotaciones políticas a raíz de la conquista del Reino de Granada.  

En el texto se hace referencia a numerosas citas literarias (no es de extrañar, dada la especialidad de la autora), pero también hay interesantes referencias escultóricas y arquitectónicas y, por supuesto, numismáticas.



(…) Sebastián de Covarrubias, en su Tesoro de la lengua castellana o española (1611), indica que “La granada puede ser símbolo de una república, cuyos moradores están muy con­formes y adunados [congregados], y está adornada con corona, que significa dominio e imperio, porque la granada está coronada con una corona de puntas”. Luego cita la empresa de Enrique IV: “Hay una empresa de una granada con el mote «Agrodulce», de que usó el rey don Enrique el Cuarto, dando a entender que el rey ha de tener de todo, usando de justicia y de clemencia, templando una con otra” (…)



(...) Es la literatura emblemática la que más nos ayuda a comprender el sentido con el que se utiliza la granada en la empresa de Enrique IV y otros monarcas. Juan de Bor­ja, en la segunda edición ampliada de sus Empresas morales (1680), en la empresa 198 (pp. 402-403) [fig. 1], con el lema «Et dul­citer acre temperabis» expone que hay que huir de los extremos buscando el equilibrio entre lo que nos gusta y lo que nos es pro­vechoso y que esta dificultad la tienen los que gobiernan para hallar el punto medio en­tre la justicia y la clemencia. Ellos han de huir de los extremos de la crueldad y la flojedad, templando la justicia con misericordia y la cle­mencia con la justicia. Concluye Borja: “Este agro dulce, dijo Aristófanes, que se hallaba en la granada” (…) 


(...) Muy esclarecedor, en cambio, es el testi­monio que da sobre la divisa del rey Enrique IV uno de los autores de libros de emble­mas más interesante para nosotros, Juan de Horozco, en sus Emblemas morales (Segovia, 1589), libro III, emblema XXX, que corrobo­ra la interpretación que hemos citado de su hermano Sebastián de Covarrubias [fig. 2]. La pictura del emblema de Horozco reprodu­ce el escudo de armas de Castilla y León del rey Enrique flanqueado por dos ramas de granado con su fruto y hojas a cada lado y una filacteria con el mote: «Agro dulce». El epigrama del emblema de Horozco es una octava: 

No debe ser cruel o justiciero
(que dizen) si lo es en demasía
el rey, que para serlo verdadero
huye de lo que suena a tyranía;
tampoco es bien perdone de ligero
lo que de veras castigar debría.
Que no en balde es crecida y coronada
la fruta de agro y dulce sazonada.


(...) Horozco explicita con mucho detalle en la declaración en prosa que sigue al epigra­ma el sentido de la divisa del rey Enrique IV. Por los dos sabores (agrio y dulce) de la granada se da a entender la mezcla de mi­sericordia y rigor con que el príncipe ha de regir a sus vasallos, de manera que ni haya exceso en el castigo ni falta (...)



(...) Tradicionalmente se ha dado un senti­do territorial a la granada, tras la conquista de la ciudad del mismo nombre en 1492. Como es sabido, al escudo de los Reyes Católicos (cuya forma se había acordado en diciembre de 1474), se le incorporó un entado en punta con una granada, y suele creerse que fue tras la entrada triunfal en Granada el 2 de enero de 1492. Sin embar­go, como indica Pardo de Guevara (2008: 83), no hubo, por lo que parece, ninguna disposición legal relativa a su nacimien­to como emblema propio del reino recién conquistado, ni mucho menos respecto a su rápida incorporación a las armerías reales. El primer testimonio parece que está en un sello de placa de Fernando el Católico sobre un documento fechado en Zaragoza a fines de agosto del mismo año 1492. Pese a ello, su incorporación no se consolidaría debi­damente hasta las Ordenanzas dictadas en 1497 en Medina del Campo, donde se tomo el acuerdo de la acuñación de los llamados excelentes de la granada.



(…) el uso que hicieron los Reyes Católicos de la divisa de la granada trasciende la simple represen­tación emblemática del reino islámico del sur de la Península Ibérica, y creemos que puede tener un significado más complejo, ya que podemos observar que los reyes lo emplean, en etapas tempranas sobre todo, a la vez que su divisa del yugo y las flechas, (…) Así, tendríamos que con el yugo de Fer­nando, símbolo de castigo y doma para los súbditos rebeldes (la nobleza levantada con­tra Isabel en la guerra de sucesión dinástica entre 1474 y 1479) se avisa al receptor que quienes no se sometan por las buenas (bajo el yugo) recibirán las saetas (signo bélico) –por las malas–; de una u otra forma, tanto da de grado como por la fuerza (tanto mon­ta), los reyes ejercerán su poder, que puede mostrar misericordia o rigor (agro dulce) – la granada– haciendo merced y favorecien­do a los que lo merezcan y castigando a los que se obstinen en enfrentárseles. 

Escudo de los Reyes Católicos, con granadas entrelazadas, 
en la clave central de la bóveda estrellada de la 
Sala Gótica de la Casa del Cordón (Vitoria)



El collar de escamas, divisa de Enrique IV (Segunda parte)

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No me gustaría empezar sin transmitir mi más profundo agradecimiento a Yeray Afonso yaRafael D.Corvera, cuyas brillantes aportaciones han sido cruciales para trazar las líneas maestras del tema que vamos a tratar en esta y en la entrada siguiente, las divisas del collar de la escama y el ristre, así como su plasmación en ejemplares numismáticos castellanos y leoneses. Gracias de nuevo compañeros. También quiero citar el magnífico trabajo de Álvaro Fernández de Córdoba Miralles (Universidad de Navarra) "Las divisas del rey: escamas y ristres en la corte de Juan II de Castilla", indispensable para profundizar sobre el fenómeno europeo del surgimiento de las divisas reales en la baja Edad Media.

En la entrada anterior, dedicada ala divisa de la granada, dimos algunas pinceladas sobre el surgimiento del fenómeno de las divisas a finales del siglo XIII. Profundizando en esa idea, las monarquías europeas empezaron a tener conciencia su poder fáctico y comenzaron a adoptar símbolos de representación real, utilizándolos como una proyección propagandística del monarca. Ello lo hacen a través de la creación o adopción de divisas, formadas por un signo (cuerpo) y, a veces por un lema (mote).


La divisa (real) viene a establecer un vínculo beneficioso de doble vertiente: para el monarca, pues la adhesión de los nobles a ella implica un fortalecimiento de su poder; para los nobles, pues se crean lazos de fraternidad con el rey. “Lazos caballerescos”, lo definen algunos autores, duraderos en el tiempo, ya que este estos lazos serán vinculantes para los descendientes de uno y de otros.
La dinastía de los Trastámaras no fue ajena al fenómeno de la divisa. A finales del siglo XIII Castilla se encontraba en innumerables disputas nobiliarias y territoriales.Un ejemplo lo tenemos durante la minoría de edad Juan II, donde los afines a la viuda de Enrique III, Catalina de Lancaster, y los afines a su tio paterno Fernando, el de Antequera, rivalizan por ejercer la tutela del menor Juan. Para fortalecer su seguridad, Fernando el de Antequera crea una guardia personal, la Orden del Collar de la Escama, cuya divisa será la escama, y cuyo bastión será Segovia, pues allí se fabricaron y concedieron sus collares, anchos y en forma de escamas de pez. Las escamas, al superponerse unas a otras, simbolizaban la fuerza de la unión, la persistencia de lo anterior en lo ulterior.
Para la incorporación a la orden y la concesión del collar se requería poseer la dignidad de escudero o caballero (collar de escamas de plata para los primeros, de oro para los segundos), y probablemente haber contraído lazos de vasallaje con el rey o el príncipe heredero, para que este pudiera otorgar la divisa.   Su entrega solía ir unida a un proceso de ennoblecimiento y al ingreso en el mundo de los torneos y el ceremonial cortesano.


No solo a nivel de orfebrería, támbien encontramos testimonios arquitectónicos de la divisa de la escama en las torrecillas rematadas por molduras en forma de escama que rodean la Torre Nueva del Alcázar de Segovia, o las armas reales enmarcadas por una decoración de escamas en la chimenea de la hospedería de la Cartuja de Miraflores (Burgos). 

Y testimonios numismáticos, pues es precisamente en Segovia, donde empiezan a acuñarse reales en los cuales creemos ver un testimonio de la divisa de la escama, como este ejemplar de real de plata de busto, donde Enrique IV viene ataviado con el citado collar de escamas o golguera, pues este atributo derivó con el paso de los años a fines militares, convirtiéndose en un elemento protector del cuello y de la parte superior del pecho (véase Atributos,vestimenta y simbología en la numismática medieval castellanoleonesa)


Real de busto de Enrique IV, ceca Segovia 
Subasta Áureo 16/03/2016
Curiosamente, en el segundo tercio del siglo XV, periodo politica, social y económicamente aún más convulso, se intensifica la agresividad emblemática, con la irrupción de las divisas del ristre, la banda y las llamas de fuego; elementos con clara atribución militar y de los que encontraremos numerosas manifestaciones, incluso en el terreno numismático, dónde citaremos ejemplares de monedas que los portan, alguno inédito hasta la fecha y que vamos a tener la fortuna de presentar en nuestra siguiente entrada de este blog.

El Ristre, divisa de los reyes Juan II y Enrique IV (Tercera parte)

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Como argumento principal, esgrimido en la entrada anterior, comentábamos el ideal que perseguía la nobleza de adherirse a alguna de las divisas creadas “ed profeso” por el rey, buscando el compromiso con el proyecto político del monarca. La divisa del ristre será claro ejemplo de ello como escribiremos en las siguientes líneas.

Siguiendo el itinerario que nos marca el trabajo de Álvaro Fernández de Córdova Miralles,Las divisas del rey: escamas y ristres en la Corte de Juan II de Castilla”, vamos a tratar en este capitulo las divisa del ristre dejando atrás, deliberadamente, la divisa de las bandas, la cual requiere de un capítulo específico más amplio que esperemos tratar en un futuro.

Remontándonos a los orígenes históricos, tras morir Fernando de Antequera, la corte castellana queda dividida (una vez más) entre partidarios de los Infantes de Aragón, Enrique y Juan de Navarra, sostenidos por el rey Alfonso V el Magnánimo; y partidarios del rey Juan II y su hombre fuerte de gobierno, el condestable Álvaro de Luna. Éste último, consciente de que el mensaje de unidad dinástica transmitido por la escama era incompatible con su proyecto de expulsar a los Infantes de Aragón, apostó por crear una nueva divisa regia: el ristre (o gancho usado para encajar la lanza de torneo o justa).

En una corte volcada con el ideal caballeresco, el ristre constituía todo un símbolo de la nueva política antiaragonesa de Juan II que lo hizo grabar en pendones, y  en todo tipo de enseres de palacio, como el manto dorado que viste el monarca en su efigie orante del retablo de la Cartuja de Miraflores (1489 – 1493) o el rico brocado y collar de su sepulcro del mismo monasterio. Tampoco faltan manifestaciones arquitectónicas como las de la bóveda de la Capilla del Coro Largo del Real Monasterio de Santa Clara, de Tordesillas (Valladolid)

A diferencia de la escama, el ristre no representaba ninguna orden de caballería, sino que funcionó como signo exclusivo y personal del rey, sin transmitirse a miembros de la nobleza o sucesores. La primera referencia documental data de agosto de 1429, figurando la divisa en el estandarte de las tropas de Juan II que confiscan el castillo de Peñafiel al infante Don Juan durante el conflicto con Alfonso V. Al año siguiente, la divisa aparece en la dobla de a veinte, la prestigiosa moneda de Juan II que estaba más cercana a la medalla, en palabras de Ladero Quesada, que a una pieza destinada a la circulación.
Seguimos adentrándonos en el terreno de las manifestaciones numismáticas de la divisa del ristre. Otra la recoge Rafael D. Corvera en su trabajo "Acuñaciones en Ávila de Juan II de Castilla" citando un rarísimo real, acuñado en la ceca de Ávila entre 1442 y 1447 y dibujado por A.Heiss, quien cita hay un ejemplar en el Instituto Valencia de Don Juan de Madrid (a fecha de hoy hemos intentado constatar la presencia de dicho ejemplar en la citada institución, pero aún no ha sido posible).
Tras la ejecución de Álvaro de Luna y el restablecimiento de las relaciones con Áragón, la divisa del ristre pasa a ser relevada de nuevo por la de la escama. Este hecho se materializa en el intercambio de divisas efectuado en Nápoles el 23 de abril de 1453 en el que Juan II, su esposa Isabel de Portugal, y los Infantes Alfonso e Isabel (la futura reina Católica) recibieron el collar de las Jarras aragonesas con doce caballeros del rey, mientras que Alfonso V el magnánimo recibía el collar de la escama "con la devisa de la Banda del rey de Castilla". 

Sin embargo, un hecho tan significativo que desde el punto de vista histórico parece poner fin a la utilización de divisa del ristre, no queda tan claro desde el punto de vista numismático, pues hemos encontrado lo que creemos son manifestaciones de la divisa del ristre en tiempos del reinado de Enrique IV (1454 - 1474). Y es que algún sentimiento tuvo que suscitarse en la ceca V, como a continuación comentaremos.

La primera señal, la dio este maravedí, subastado en Herrero hará poco más de año y medio, en el que aparece un extraño símbolo debajo del león rampante y que se describe por la casa de subastas como "ala" quizás viendo una relación con el escudo heráldico de la población de Villalón. No es el único, Vidal Qadras en su colección con el número 6224 describe lo que el llama una blanca de busto coronado de frente, "a la derecha un ala de pájaro", acompañandola de una impronta.  

Aunque, el estado de conservación del maravedí de Herrero no es el más óptimo, en el advertimos, sin lugar a dudas, un ristre coronado. Así pues, no vemos fundamento en la aseveración del "ala" y optamos decididamente por la idea del ristre, mucho más coherente desde el punto de vista histórico, como hemos argumentado en párrafos anteriores. Además, como ya sabemos, cada vez son mayores las voces que argumentan que la ceca V designaba a Valladolid, por lo que aseverar que el ejemplar es de Villalón, no es del todo claro. Pero ese terreno, el de la asignación de cecas, no toca tratarlo ahora.
 Ejemplar de maravedí de ceca V, de subastas Herrero


 Impronta de cuarto de ceca V, colección Vidal Quadras

De la impronta que se recogía en la colección de Vidal Quadras, pasamos a una manifestación mucho más contundente, la moneda en si misma, un cuarto de Enrique IV (no es el de Vidal Quadras, pero es del mismo tipo), también de ceca V. Se trata de un ejemplar del que hasta la fecha no tenemos constancia de ningún  otro (salvo el descrito de la citada impronta). Pertenece a la colección privada de R.A.Z.R. quien ha tenido la gentileza de cedernos las imagenes del ejemplar, único, y que es la primera vez que ve la luz pública. 


La marca que observamos se asemeja a la de un ristre coronado y es de acuñación por lo que no puede confundirse con ninguna marca resellada, propia del gremio de rejeros y plateros, como la de este otro ejemplar del foro Imperio Numismático. La tipologia es similar a la de otros cuartos de ceca V, vellón pobre en contenido de plata y arte descuidado, propio de las acuñaciones de finales de reinado de Enrique IV.

Hasta aquí lo que esperamos que en un futuro se convierta en una linea de investigación de la que podamos extraer mayor información sobre un tipo monetario, hasta la fecha muy inadvertido y poco estudiado por la doctrina numismática.

Agradecimientos: A Yeray Afonso, Rafael D. Corvera y Rafael Vega

El precio de las cosas

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Algunos lectores del blog me habéis preguntado, en alguna ocasión, que se podía adquirir con unos cuantos cornados, maravedis o una dobla. En esta entrada conoceremos que se decía en documentos privados y dotados de cierta “oficialidad”, pero también mencionaremos fuentes literarias que, en algunos casos, suelen ser una buena toma de contacto con la realidad cotidiana de lo que era el día a día en la Edad Media. Un claro ejemplo de ello es “La Celestina”.

Pero antes de intentar responderos a la cuestión inicial, tenemos que tener en cuenta varios aspectos:
  • El primero, que el precio de los productos y/o servicios no era siempre el mismo, por dos motivos: la inflación,  que provocaba un aumento en los precios en períodos de escasez, debida la misma a factores de sobra conocidos, como guerras, malas cosechas, epidemias, concentración en unas pocas manos …  
  • El segundo motivo, era el propio quebranto de la moneda, alterando su composición metálica o ley, sobre todo en el caso de la plata, fenómeno éste  muy común, como ocurrió, por ejemplo, durante  el reinado de Alfonso X.
  • Por último, el sistema monetario castellano y leonés es de una enorme complejidad y repito nuevamente lo de “enorme”. Por simplificar la cuestión, diremos que era prácticamente bimetálico, basado en el oro y el vellón. Además, se creó una unidad de cuenta para la plata, denominada “maravedí”, hasta la emisión del real. La equivalencia en peso plata y monedas de esta unidad de cuenta irá cambiando cambio en numerosas ocasiones durante los sucesivos reinados y, a veces, hasta varias veces por reinado. En consecuencia, dado que la alteración de la ley de las monedas era constante, la creación de nuevos tipos muy frecuente y los patrones de equivalencias difieren, según se estudie una moneda de oro, plata o vellón, el resultado es un auténtico sistema monetario caótico, que a día de hoy un servidor no ha logrado entender en su totalidad, aunque sigo en el empeño.

Dado que el estudio de las equivalencias de los tipos monetarios no es materia directa de esta entrada, me conformo con mostrar dos tablas de equivalencia, a modo de ejemplo. La primera es de antes de emisión del real de plata, y la segunda posterior a ese momento. Ambas tablas nos servirán, para de forma aproximada, para hacernos una idea del “precio de las cosas”.



Son numerosas las referencias existentes sobre el precio de bienes y servicios en textos del medievo. Me ha parecido interesante citar algunos de los documentos recopilados en la obra “Referencias monetarias en la documentación del archivo de la Catedral de Córdoba (siglo XIV)” de Manuel Nieto Cumplido, Rafael Frochoso Sánchez, José María de Francisco Olmos y Joseph Pellicer I Bru.

Por citar algunos ejemplos, son muy numerosos los documentos relativos a los remates de “almonedas” o subastas realizadas por el Clero sobre el trigo y la cebada, estableciéndose como unidad principal de peso, la fanega (equivalente a unas 94 libras = 43,24 kilos, para el caso del trigo. En el caso de la fanega de cebada, igual a 70 libras = 32,20 kilos, equivalencias que también solían oscilar).

También conservamos documentos privados de compraventa, arrendamiento, donaciones, emplazamientos prejudiciales, reconocimientos de pago de deudas, etc. Aquí van algunos:

Documento (pergamino) de 20 de julio de 1301 (reinado de Fernando IV, 1295-1312) ACC, Caja R, nº 378. Gil Pérez, clérigo de la iglesia de Omnium Sanctorum de Córdoba, vende a Lope Aznares… un pedazo de olivar cerca de la Albaida al pie de la sierra… en 200 maravedis de la moneda blanca (según nuestra tabla primera, 10 dineros = 1 maravedí)

Dinero blanco de la guerra, Alfonso X, León. Imagen Cayón Subastas 2005, lote 176
Documento de 25 de octubre de 1302 (reinado de Fernando IV, 1295-1312) ACC, Caja T, nº 481. El Cabildo arrienda a Juan Abad de Portaclusa, las viñas… al pie de la sierra sobre Valparaíso… por vida y por 35 maravedis alfonsíes de renta anual (aquí el maravedí no hace referencia a la unidad de cuenta, sino a moneda física).



Morabetino (maravedí) alfonsí, Alfonso VIII, 1225 Safard, Imagen SoleryLlach, 2011, Lote 255
Documento (pergamino) de 12 de febrero de 1304 (reinado de Fernando IV, 1295-1312), Córdoba D.II, nº 215.Carta de venta de una casa con su algorfa (sobrado o cámara alta de la casa destinada a la conservación de grano), por 115 maravedis de la moneda de la guerra.
Documento (pergamino) de 11 de diciembre de 1312 (reinado de Alfonso XI, 1312-1350), Córdoba D. III 276. Carta de venta de un mesón con dos tiendas en la colación de S. Andrés... que linda con la casa de Per Alfonso, la calle, el corral de la carnicería y el adarve…por 2600 maravedis de la moneda blanca de laguerra (10 dineros = 1 maravedí)
Documento de 27 de octubre de1315 (reinado de Alfonso XI, 1312-1350). ACC. Caja JHS nº 46. Venta de 4 yugadas (espacio de tierra de labor que puede arar una yunta de bueyes en un día) por 450 maravedis de los dineros de la guerra.
Documento (pergamino) de 8 de enero de 1340 (reinado de Alfonso XI, 1312-1350). Córdoba. B. VI, nº 584. Carta de venta de un horno para cocer pan por 1350maravedis de los dineros de la guerra.
Documento de 15 de noviembre de 1342 (reinado de Alfonso XI, 1312-1350). ACC. Caja E. III nº 124. Testamento … Gonzalo Iváñez de Aguilar otorga … a su criado Lope García 1500 maravedis para un caballo por otro que le mataron.
Documento (pergamino) de 1 de agosto de 1345 (reinado de Alfonso XI, 1312-1350). ACC. Caja T. nº 1345. El Cabildo da a censo a GómezGarcía, tejedor y vecino de la villa de S.Nicolas, … 10 aranzadas de tierra para que las planten de majuelos (ciruelos silvestres)… y a partir de los 5 años deberán dar al Cabildo 1,5 maravedis por cada aranzada y el diezmo de los frutos a la catedral.

Realmente curiosos son los documentos de disposición testamentaria o “ultimas voluntades”, donde el finado establece a quiénes y dónde debe dirigirse su caudal hereditario, esto es, bienes inmuebles, animales, moneda, aperos, ropas, destino de criados y sirvientes, pago de deudas, pagos de servicios de sepultura y misas, donaciones a la Iglesia, etc.  Algún documento establece hasta disposiciones de manutención para hijos.

Documento (pergamino) de 3 de octubre de 1303 (reinado de Fernando IV, 1295-1312) ACC, Caja Pergamino. Testamento de Gonzalo Martín “el Adalid” por el que manda ser enterrado en la Iglesia de Sta. María a la que da 60 maravedis, 30 maravedis y 15 dineros para para sus misas… a la obra de la iglesia 20 maravedis… Manda 60 maravedis a dos cautivos (los cita sus nombres) para su rescate… manda se paguen sus deudas a Domingo Ibáñez, 20 maravedis por un trillo (apero de labranza para separar el trigo de la paja) que le tomó.
Documento (pergamino) de 18 de abril de 1349 (reinado de Alfonso XI, 1312-1350). ACC. Caja L nº 221. Testamento de Gonzalo Díaz de Azuaya … manda… que si Galiana que mora en Fuenteovejuna jurara ante los evangelios que dos hijos que tiene son míos Gonzalo y Rodrigo que le den a ella 100 maravedis y 200 a cada uno de sus hijos, para sustento.

Aunque en la mayoría de los documentos que hemos revisado los pagos se establecían en maravedis a secas, entendidos como unidad de cuenta (por lo que el pagador podía elegir el equivalente en monedas físicas, por ejemplo paguense 3 maravedis, según nuestra tabla primera, podría ser 20 dineros más 6 u 8 cornados), en otras ocasiones se especificaba la unidad de cuenta y la moneda física que había que utilizar para el pago en cuestión; y no solamente se trataba de moneda castellana, sino también “moneta que corriere por Castiella”, como es el caso de florines aragoneses o doblas almohades.

Documento (pergamino) de 7 de noviembre de 1371 (reinado de Enrique II, 1367-1379). ACC. Caja V, nº 154. María González, vecina de… vende a Antón Ruiz, contador del rey, una haza de tierra calma para pan… con dos yugadas, 40 aranzadas y 30 estadales por 30 doblas de oro moriscas (otras veces citadas como legalis monete sarracenorum – refiriéndose a la dobla almohade-) cada yugada lo que da un total de 80 doblas de oro moriscas y 14 maravedis

 Dobla almohade de Dobla. Abu Yusuf Yakub. Sin ceca (580-595H). Imagen Jesús Vico, Subasta 140, lote 260
Documento de 18 de noviembre de 1381 (reinado de Juan II, 1379-1390). ACC, V nº 123… Venta al deán y Cabildo de la catedral de Córdoba de un pedazo de tierra en la cambiña de 2 yugadas…. por 175 reales de plata (3 maravedís cada uno) y dos doblas castellanas de oro cruzadasNOTA: también es frecuente en documentos de compraventa similares a este, el enunciado  “pago X maravedis en dineros de la moneda nueva usual”, que entendemos se refiere a la conocidos comos dineros novenes de Enrique II, que aún seguían en circulación.

Dinero noven de Enrique II, Cuenca. Imagen Áureo, subasta 258, lote 1401

Dobla de 35 maravedis de Pedro I, Sevilla, conocida en textos como "dobla cruzada". 
Imagen de SoleryLlach, Subasta 79, lote 148
Documento de 11 de enero de 1387 (reinado de Juan II, 1379-1390). ACC. Caja L. nº 435. En pago a la sepultura en la Catedral de un maestre de la Orden de Santiago, la viuda dona al Cabildo 10000 maravedís en buenas doblas de oro (dobla = 35 maravedis).
Documento de 24 de abril de 1387 (reinado de Juan II, 1379-1390). ACC. Caja IV. Leg. Nº 396 fol.20v. El Cabildo considerando las labores realizadas por Pero Rodríguez, hortelano, en la Huerta de las Losas plantando seis poyales de cidral le hace merced de 666 maravedis y 4 coronados.

Cornado ("Coronado") de Enrique II, Burgos. Imagen de Áureo, subasta 258, lote 1395
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Hablabamos de fuentes literarias. La Celestina fue escrita a finales del siglo XV principios del XVI atribuida a Fernando de Rojas. En ella se narra la tragicomedia de amor de los jóvenes Calixto y Melibea de distinta clase social, aderezado por el hacer de la “alcahueta” Celestina, que mediará con sus artes para que los jóvenes amantes se conozcan y se enamoren.

Si desde el punto de vista literario se considera esta obra como el culmen de la literatura medieval castellana, desde el punto de vista numismático es una fuente riquísima para conocer tipos monetarios que circulaban en la época, así como el precio de productos Lo advirtió el prestigioso numismático Antonio Orol Pernás, quien en su artículo “Las monedas de la época de la Celestina” (publicado en el nº 231 de NVMISMA, 1992), analizó todas las citas referentes a moneda existentes en la obra y de las cuales extraigo las que me han parecido más interesantes:
En el TERCER ACTO: Dice Celestina a Sempronio recordando a la madre de Pármeno "Nunca blanca gané que no tuviese su mitad". Por otro lado, Celestina dice cuando aclara las monedas que entregó a Calixto "por aquellas doblas de Calixto". En el reinado de Enrique IV se acuñaba la dobla de 19 quilates, entrando 50 en marco y con un peso de 4,60 grs.,  La dobla de la banda, de Juan II (1406-1474), a razón de 23,75 quilates, 50 en marco, y un peso aprox. de 4,60 gramos.
En el CUARTO ACTO: Dice Celestina a Melibea "Jamás me faltó, a Dios gracias, una blanca para pan y cuatro para vino". En otro pasaje se habla de "una azumbre de vino", equivalente a unos dos litros.

Blanca de Enrique IV Burgos. Imagen de Cayón, Subasta rápida 29, lote 155
En el DECIMOSEGUNDO ACTO: Dice Sempronio "No mando un maravedí aunque caiga muerto", que recordemos comenzó siendo moneda de oro, morabetino o dinar alfonsí, acuñado en Toledo con leyendas en árabe y monograma ALF, para evolucionar a moneda de cuenta -no real- hasta tener evolucionar a una moneda de ínfimo valor en tiempos de Enrique IV.

Maravedí de Enrique IV, Jaén. Imagen Áureo, subasta 258, lote 1466

Para finalizar, en su articulo Antonio Orol cita el precio de otros productos, en maravedis, teniendo en cuenta esta tabla teórica de 1471.

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